Mientras
dos vecinas charlaban asomadas, unos ruidos ambiguos resonaron en el patio.
–¿Oyes esos
tumbos?, parece que vienen del piso de Conchi...
–Es su
marido, seguro; desde que le dijeron que su mujer tenía orgasmos se los quiere
quitar a empujones.
–Los
hombres son todos iguales…
–Sí, cuando oyen hablar de cuernos, sonríen con malicia o bufan como toros; pero no entienden nada de nada.
–Sí, cuando oyen hablar de cuernos, sonríen con malicia o bufan como toros; pero no entienden nada de nada.
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